Para muchos de nosotros, los perros son parte de nuestra familia, y por ello queremos que disfruten de una máxima calidad de vida. Para que esto sea posible necesitan una serie de cuidados por nuestra parte que abarcan temas tan amplios como la alimentación, el ejercicio físico y el estado de ánimo. Lo resumimos a continuación.
Una alimentación adecuada
Su dieta debe ser rica en vitaminas, minerales y nutrientes, para evitar determinadas enfermedades y mantener sus huesos y músculos fuertes. Lo mejor es optar por un pienso de calidad cuyos ingredientes sean lo más naturales posible. En este sentido es fundamental leer con atención los ingredientes del envase y pedir su opinión al veterinario. También debemos proporcionar algunos alimentos complementarios al animal, como pavo fresco, pollo cocido, zanahoria o manzana.
Por otro lado, tenemos que adecuar la dosis de comida diaria al tamaño y características de nuestro perro. Es recomendable, asimismo, dividirla en tres raciones para favorecer una buena digestión: desayuno, comida y cena. Con este sencillo truco prevenimos problemas tan graves como la torsión de estómago.
Una buena higiene
El pelo, la piel, los ojos, los dientes y las orejas del perro pueden verse gravemente dañados si no cuentan con la higiene necesaria. La ausencia de higiene deriva en irritaciones cutáneas, conjuntivitis y parásitos, entre otros problemas. Los dientes merecen especial atención, pues las infecciones bucales pueden dar lugar a enfermedades estomacales o gastrointestinales.
Igualmente dañino es el exceso de higiene. Debemos bañar a nuestro perro cada mes y medio o dos meses, nunca antes, ya que podríamos perjudicar el pH de su piel. Además, tenemos que usar productos específicamente diseñados para estos animales: dentífrico, champú, cepillo… El veterinario sabrá decirnos cuáles son los apropiados.
Ejercicio moderado
Los paseos diarios son elementales para el bienestar físico y mental de nuestro peludo. Así le ayudamos a controlar su ansiedad, a fortalecer las articulaciones y a mejorar su ritmo cardíaco. Pensemos que las caminatas son un gran estímulo para los perros en todos los sentidos. Lo mismo ocurre con los juegos, que suponen verdaderos retos para ellos al mismo tiempo que nos permiten enseñarles órdenes de adiestramiento.
Precauciones
Cada día nos exponemos a ciertos peligros y nuestros perros, también. Por ello hemos de tomar medidas de precaución para evitar accidentes. Por ejemplo, pasear siempre con correa para evitar que se escape o sea atropellado, dejar fuera de su alcance las sustancias que puedan dañarle (alcohol, chocolate, café, etc.), o no dejarle jamás dentro solo dentro del coche.
Por otro lado, tenemos que proteger al animal con los productos antiparasitarios convenientes, como pipetas, collares o sprays. Esto es esencial para su salud; debemos tener presente el peligro que existe actualmente frente a enfermedades como la leishmaniosis.
Revisiones veterinarias
Las revisiones veterinarias frecuentes son absolutamente necesarias para la salud del animal. Mediante las vacunas y la intervención de los profesionales prevenimos enfermedades y las detectamos a tiempo. Si queremos que nuestra mascota se mantenga saludable, no debemos escatimar en gastos.
Todo ello cobra mayor sentido cuando el perro alcanza la edad adulta. Los chequeos geriátricos son muy recomendables a partir de los seis años en las razas grandes y de los ocho en las pequeñas.
Cariño
Es tan importante como el resto de cuidados. Los perros son animales empáticos y sensibles que necesitan el cariño de los suyos para ser felices. Es muy importante ofrecerles caricias, palabras amables y atención constante.
Pequeños detalles como hablarles o dejar que duerman a nuestro lado favorecen un buen estado emocional, lo que a su vez mejora su salud. No olvidemos que ellos siempre están dispuestos a darnos su amor incondicional, por lo que nosotros debemos corresponderles de la misma manera.
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